Se origina a partir de pólipos adenomatosos, que tardan entre 10 y 15 años en transformarse en cáncer. Esto permite que la detección temprana, a través de exámenes periódicos, aumente las posibilidades de curación a más del 90%.
Un pólipo adenomatoso es un crecimiento anormal de las células del intestino. Pueden dar síntomas o no. Por tal motivo, es necesario, si el médico lo indica, realizarse una videocolonoscopia. Si en esta se ven pólipos, se extraen en el momento y luego se envían a analizar. Lo más frecuente, es que sean de tipo bueno (benignos).
Según el Ministerio de Salud de la Nación y el INC en Argentina
Casos nuevos por año
15000
Del total de las
defunciones anuales
7000
Causa de muerte
por cáncer
Edad: El riesgo de contraer cáncer colorrectal aumenta a medida que se envejece.
Enfermedad inflamatoria intestinal (como la enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa)
Antecedentes personales o familiares (padres, hermanos, hijos) de cáncer colorrectal o de pólipos colorrectales
Consumir una dieta rica en fibras, vegetales y frutas
Disminuir el consumo de carnes rojas y grasas de origen animal
Ingerir productos ricos en calcio (lácteos)
Disminuir el consumo de bebidas alcohólicas y evitar el tabaco
Realizar ejercicio físico regularmente y evitar el sobrepeso
Sangre en la mateia fecal, ya sea de color rojo brillante u oscuro
Cambios en los hábitos intestinales (diarrea, estreñimiento o necesidad de ir al baño con más frecuencia)
Heces delgadas
Sensacional de que el instestino no se vacía por completo
Dolor abdominal, molestias o cólicos
Pérdida de peso sin motivo aparente
Cansancio, fatiga
El cáncer colorrectal y los pólipos no siempre causan síntomas, especialmente, al principio.
Por eso, todas las personas mayores de 50 años deben realizarse pruebas periódicas de detección.
Test de sangre oculta en materia fecal (TSOMFi):
Se utiliza para saber si hay presencia de sangre en la materia fecal,
no observable a simple vista. Una ventaja de este examen es su sencillez.
Videocolonoscopia (VCC):
Posibilita la detección y extirpación de pólipos para prevenir el cáncer
colorrectal. Requiere una preparación previa, pero no internación.